Después de ver y oir atentamente el debate me decanto por darle una victoria a los puntos al Sr. Solbes. En todos los 'tempos' que tenia asignados ha dado una imagen de sobriedad, seriedad y orgullo del trabajo bien hecho. Iba, en cuanto a material didáctico si puede llamarse así (gráficos, estadísticas...) mucho más preparado que su oponente. Ha habido momentos en que daba la impresión de ser un profesor dirigiéndose a su alumno aventajado. Las ideas claras y las cifras en la cabeza. Ha utilizado la táctica de desgastar a enemigo interpelándole y regañándole por estar mal aconsejado antes de venir al debate. Le ha espetado unas cuantas veces aquello de '... le tendrían que haber dicho' o '... no le han explicado bien las cosas' queriendo darle la imagen de principiante .
Ha defendido (sin uñaS ni dientes pues no le ha sido necesario) su gestión y modelo económico llevado a cabo los últimos años pues, en la comparación de cifras ha barrido todas las mostradas por Pizarro. Si bien éste último ha dado algunas de ellas claramente negativas para el país, rápidamente el viceministro le ha demostrado 'in situ' el hecho de no dar todas las cifras en su globalidad.
Pizarro, haciendo el papel que se esperaba (pintarlo todo de color gris por no decir negro) no ha puesto en ningún momento a Solbes contra las cuerdas. Ha tenido un inicio prometedor al poner el ejemplo de '... un país campeón en inflacción en la Europa de los 15 o subcampeón en la Europa de los 27' jugando así con la afirmación que hizo ZP de estar económicamente en la 'Champions League'.
Y siguiendo entre buenas palabras y buenas intenciones, una loa, como no, a la empresa privada aunque no ha querido entrar en temas como el gas o las nucleares. Si está a favor, no obstante, del carbón, haciendo alusión a Andorra (que no sé que pinta en este debate)
Un poco bochornoso ha sido el momento en que, para enumerar los principales puntos del programa económico del PP, ha echado mano de la chuleta para leerlos someramente como si se tratara de una guia de utilización de cualquier electrodoméstico.
En el bloque de microeconomia ha propuesto cuatro iniciativas :
- Suprimir el Ministerio de vivienda
- Suprimir la oficina de asesoramiento económico de presidencia (entiendo que irónicamente)
- No pagar a los terroristas en las instituciones
- No permitir el tipo de reformas llevadas a cabo en su piso por el ministro de justicia.
Solbes no ha tenido la necesidad de hablar de ningún tema que no fuera la economia y aun así, ha podido colar una descalificación hacia Rajoy alegrándose por su súbito interés por la I+D+I.
Pizarro ha intentado (como lo ha hecho el PP durante toda la legislatura) introducir mediante cuña y sin venir a cuento temas que no tenían cabida en el debate económico como el terrorismo o la supuesta división territorial. Ha parecido poner en los altares la trayectoria política llevada por el PP en la Comunidad de Madrid, de lo que se desprende fácilmente que ese es, simplemente, el modelo a exportar al resto del país (liberalización total del suelo).
Ganó también Solbes en el trato del tema de las pensiones. Casi deja noqueado a Pizarro ante una portada del diario 'El Mundo' de 1994 defendiendo éste el sistema de pensiones chileno. Las reiteradas negaciones de Pizarro no han tenido mucha credibilidad ante la portada mostrada. Una jugada perfectamente calculada ante la previsible defensa de Pizarro del sistema mixto de pensiones, o sea, la via libre a la privatización.
En el bloque destinado al 'futuro económico' Solbes ha vuelto a dejar sonrojado al representante del PP.
Solbes : - "Usted dice que prefiere que el dinero esté en el bolsillo de la gente. Pero en este país hay gente que no tiene dinero y, por otra parte, hay gente que no tiene bolsillo (defendiendo así la regulación en determinados casos de la economía por parte del gobierno en contra del sistema neoliberal).
Ya, al final del debate, sin muchas ideas para defender sus posturas y echando mano del plan preestablecido, el Sr. Pizarro ha vuelto a sacar uno de los temas estrella del PP :
Pizarro : "La educación empieza en la familia. ¿Apoyan ustedes a la familia o a elementos alternativos?"
Luego, para poner la guinda al pastel, sumó una velada crítica a la asignatura de Educación para la ciudadania, que, aun cogiéndolo con pinzas, cuesta casarlo con el propósito del debate económico.
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